¿Le tenemos que leer el cerebro? Porque siempre lo que dice un británico, es lo que él espera de ti, para beneficio de él. Leer lo que piensa es el objetivo. Es deducir el YO CIEGO de la tercera ventana de Johary en la mente de Blair, si, el yo desconcertante, lo que los demás ven en una persona, pero ella no, impresiones, reacciones, emociones transmitidas… lo que transmite el lenguaje no verbal. Dicen que Blair, todo lo lleva medido y muy estudiado. ¡No improvisa!

LA ESCENA:

Mentes abiertas a re-inventase, oídos atentos a que entre por ellos “la gran solución”, que la familia empresarial catalana espera que alguien le sugiera.

_piensa “Joan Sinsolución” un asistente anónimo_ ¡Que bueno soy!, piense de mí espero, quién me reconozca y me vea, en la conferencia en este esplendido Palacio de Congresos, que es como el círculo ecuestre o sin equinos, o un campo de golf sin césped, en el caso de que el conferenciante no lance los esperados mensajes con soluciones para mi empresa.

Va a empezar la conferencia

—Joan no para de pensar— ¿Es posible que Tony Blair me ilumine? ¡Me lo merezco! pues como buen emprendedor con los deberes bien hechos, ahora, me encuentro entre dos paredes: la globalización y el salto mortal sin red, al que me ha empujado este virus de la actual “crisis ninja”.

La mentalidad de business de Joan, empieza a actuar, siempre dispuesta a retos y a permanentes transformaciones. Actúa, sin que él lo sepa de forma neuroeconomica, dispuesta emplear su potencial de cognición a que “con pocos datos, en poco tiempo poder optar por la mejor de las peores decisiones disponibles”

—Piensa Joan— ¡Tengo que leer la mente de Tony!; leer sus gestos y no reír de sus chistes que son virtuales cortinas de humo, para no decir nada que soluciones mis problemas.

—piensa Joan Sinsolución— ¡Necesito!, “datos” para poder reinventar mi empresa y en poco tiempo volver a tener una previsión lo más optimista posible de su futuro. Ahora ya empiezo a no estar bien, pero por culpa de los americanos ninjas dicen que estaré mucho peor, hasta que los bancos les compren sus inmuebles embargados y los puedan vender para capitalizarse de nuevo. ¡Vaya, vaya con los señores banqueros!

—En las sala— Ojos de ejecutivos inteligentes, se miran, se ignoran o se saludan, pero Joan, además anota los nombres todos aquellos con los que le gustaría poder volver a negociar, para que pasado el congreso, poder tener una excusa y contactar con un… ¡Hola César!, te vi en lo de Blair, pero no te puede saludar, (yo estaba)… ¿qué te pareció? Toda esta estrategia dentro del mejor estilo del moderno “Marketing de Contacto”.