Pompei (9) Quienes estamos inmersos en la sociedad civil, trabajando en nuestras empresas como dirigentes con responsabilidad, confiamos en que aquellos que las dirigen sepan hacerlo con visión de futuro y habilidad ejecutiva. Mi amigo A. Rodriguez, siguiendo su punto de vista del post anterior, y como un excelente profesional, desarrolla su actividad técnica para su seguridad en un grupo líder y consolidado de los más afianzado en nuestro país, y que se caracteriza por la formación continuada y actualizada de sus empleados. Todos ello  le permiten observar la actividad que desarrollan muchas cientos de empresa con las que profesionalmente convive en el día a día y ello le ha permitido detectar un interesante indicador laboral que se puede expresar como: Los puestos de trabajo ni se crean ni se destruyen …Interesante realidad bajo su punto de vista, que además lo justifica con estos cuatro puntos.

¿Es la creación de puestos de trabajo una “suma cero”? Una vez cubierta las necesidades del mercado será imposible el aumento de puestos de trabajo, incluso bajaran la cantidad de los mismos en el perfeccionamientos de las técnicas de producción para buscar la inevitable competitividad pasando a obtener lo mismo producto con menos horas de trabajo. Cuando se llegue a esta situación, empieza otra vez el trasvase de necesidades de mano de obra de una  empresa a otra en función a los requerimientos del mercado: “Nunca se crean nuevos puestos si el mercado no lo demanda”. El lanzamiento de una nueva empresa muy competitiva, conlleva la reducción de empleos en las peor situadas, el número de puestos no aumenta ni disminuye, pero cambia de emplazamiento, es una “suma cero” para un mercado estable. Sigue diciendo Rodríguez.

<La egoeconomía es la capacidad de las personas de comprar en función a sus recursos y disponibilidad dineraria. La decisión de compra de uno u otro producto, hace que se priorice por aquellos que más satisface. Si se crean o descubren nuevas necesidades y se activa con las adecuadas emociones a las personas, estas pueden alterar sus necesidades de compra aumentando su cantidad o intercambiando nuevos productos o servicios por otros que considere que le da menos satisfacción. Es el nicho que cubre la innovación> Notas: Miguel Carrión

¿I+D+i, crea puestos de trabajo? Ahora es cuando, dice Rodríguez, que esos “nuevos productos” habrán evolucionado por medio de las requeridas inversiones en I+D +i, para convertirse en otros nuevos o mas interesantes para el mercado. Situación que potencia la producción, distribución etc. y para él será en definitiva estos nuevos productos los que creen nuevos puestos de trabajo. < recordar que innovar es la evolución de un productos para atender mejor la demanda de mercado, y que para ello se requieren los medios para investigar y desarrollar las primeras unidades. Es donde la administración debe de estar al lado del emprendedor-empresario>
Si el combustible para el motor del trabajo es el mercado, para bien o para mal el mercado lo formamos TODOS, cada uno en su nuestro nivel de consumo, desde el potentado adquiriendo yates de lujo, hasta al desempleado comprando a plazos productos de primera necesidad para sobrevivir.

¿Quiénes nos sacarán de la crisis? Por lo tanto la salida de la CRISIS como tu apuntas ( se dirige a mi) está en manos de las personas de a pie con capacidad, es decir gente como nosotros, arrimándole el hombro en nuestras empresas, ayudando a que se genere investigación y activando la producción para generar riqueza productiva y luego gastando solo aquello que nos permitan nuestras posibilidades, “nosotros somos la única solución real” <CEOs, técnicos y empleados cualificados> y que además cuando volvamos a levantar cabeza volveremos a tener al acecho nuevamente los banqueros, promotores y políticos visionarios, (sin citar a la Iglesia que les sigue el juego), para volver a desvalijarnos, como personajes que viven de la creación de necesidades para que “los de a pie”, le devuelvan en forma de compras neuroeconomicamente muy estudiadas, otra ves el importe integro de sus salarios. Es el oficio del especulador como lo que siempre ha sido, son y serán.

<la sociedad civil tendrá que aprender a protegerse en el futuro de estos personajes, ahora ocultos mientras tenga su dinero discretamente guardado y que aflorará poco a poco para no carecer de nada hasta el 2020>

Lo han demostrado pasándose de su inagotable codicia, como se han pasado estos últimos años, forrándose de esa forma tan inmoral, e importándoles un bledo matar a la gallina de los huevos de oro, porque tienen muy claro que antes o después esa gallina vuelve a crecer.
Esperemos que el tiempo de reacción de la población en este caso “casi mundial”, sea rápida, pues la verdadera CRISIS es ese espacio de tiempo en el que todo el mundo está aturdido por el impacto y es incapaz de tomar las decisiones correctas.

IV) ¿Podemos confiar en lo que se decida en el G-20?

En cuanto a las soluciones pactadas por el G-20 y compañía, dice Rodríguez, están muy condicionadas por los grupos de poder que han financiado las carreras políticas de todos ellos, y que los tienen atados y bien atados en todas su decisiones, por lo que es imposible que sean las mas acertadas < para las personas que necesitan urgentes soluciones> siempre estarán encaminadas a favorecer a sus grupos endogámicos, aunque se retrasen los efectos de estas o sean menos efectivas. Esperemos que como mínimo actúen como un placebo.

Los personajes del G-20, y que en el los países democráticos han sido elegidos con los votos de muchos de los que hoy están sin trabajo y sin solución ni a corto, ni medio ni largo plazo. Están visionando que hacer, cuando y como llevarlo a cabo, para superar la crisis global y volver a poner sus “negocios” otra vez en marcha, y por supuesto están valorando el sacrificio que ello conlleva, y a cuantos millones de personas sacrificarán con su asfixia económica. En las guerras, las hambrunas y cataclismos, los estrategas <y así lo estarán haciendo los del G-20> calculan de cifras de los sacrificados y de los que podrán contarlo de nuevo.

Nunca como ahora imperará la ley de la oferta y la demanda para luchar por la egoeconomía de cada familia. Estos poderosos, tienen los recursos requeridos suficientes para aguantar el tsunami hasta el 2020 y mientras tanto mantenerse distantes para que los “sin trabajo” resuelvan como puedan la supervivencia. Ya anota bien mi amigo Amador que vislumbra que poca ayuda vamos a tener de los poderosos y que la solución la debemos de ejercer los “empleados de a pie” asumiendo el rol de emprendedores y empresarios prolíferos para volver a poner el mantel y los víveres en la mesa de los señores.