Sant F Gx (27)Antes de explicar qué y quien debe de hacerlo, hay que entender que el conocimiento no está desarrollado para una la actividad mental correcta ante sucesos inesperados. Y, esto es lo que la crisis provoca, una cadencia de sucesos que rompen los esquemas mentales.

Solo analizando las causas del mal podemos adquirir conocimiento para no repetir con errores mayores. La decisiones del error sistemático las han tomado millones de personas y son las mismas que ahora pretendemos que nos den la esperada solución, risoria situación ya que quienes se han equivocado creemos que opten por alternativas rectificatorias y estas son contrarias a sus sentimiento, intereses y conceptuación moral. Por este lado lo tenemos mal, ya que nadie hace nada por nadie si no saca nada a cambio.

Entender como es el mercado y  como actúa la gente que lo activa o paralizar e fundamental. Dos cosas sobre el mercado, una es que está compuesto de gente de lo más aguda y sofisticada, las mayores mentes del mundo y la otra es que el mercado se está dirigido por sentimientos, es decir que estas personas pueden pasar de vender a comprar basándose en intuiciones o emociones que en un momento dado surgen en su cerebro y no por el conocimiento. O por lo menos hasta ahora ha sido así. Si la decisión de comprar es acertada esta estimula el estado de ánimo y tienen el reconocimiento a su inteligencia, pero si provoca pérdidas y como la decisión no se tomo basada en el conocimiento profundo de los datos, se entra en crisis y en optar por decidir entonces vender con la misma precipitación que ante se compró.

Ambas situaciones han arrastrado a muchos más a comprar y vender y en ocasiones el resultado ha sido el ganar dinero ¡mucho dinero! que por la casualidad del azar en parar en un momento dado en la toma de decisiones "compra-vendo o vendo-compro", estas posiciones George Parr <economista que habla muy claro>, las denomina “el sentimiento de mercado”. "Los agentes de mercado no saben si comprar por el rumor y vender a la noticia… hacen lo opuesto, o hacen ambas cosas, o no hacen ninguna; según la dirección del viento.”… este es el tipo de análisis rigurosos por los cuales se pagan enormes sueldos y cuando se desarrollan los sucesos y despuntan como favorables… “veis hemos acertado”… ¡somos lo mejores! … se paga por haber estado en la casualidad de acertar en ese momento por haber aplicado un sentimiento o emoción y en ese momento en una decisión <como confirma además NassinTaber investigador en descubrir falsos modelos económicos>, ocasión que los ejecutivos avispados aprovechan para exigir millones en bonus.

¿Qué causas son la volatilidad del mercado? En la crisis subprime, los banqueros perdieron su oficio y pasaron a ser “vendedores de hipotecas” un nuevo producto para ellos y que ninguno se paró a calcular el potencial de su mercado real, solo se visionó el segmento, pero nunca su límite natural del mismo. Este el nuevo “producto” nacido y desarrollado por los banqueros en los últimos siete años, con la intención de revenderlo y ganar con la “especulación” y no con el MÁRGEN, como hasta ahora había ocurrido.

Las compras con riegos dudosos, las direcciones generales de los bancos ordenaron banqueros etiquetarlas y con un packaging atrayente “venderlas a otros ambiciosos colegas banqueros”, otra vez aparecer que los banqueros tomaron decisiones apoyados en sus sentimiento o emociones de codicia que ya ha cuajado en avaricia pero con miedo por que la última palabra la sociedad civil aún no la ha tomado. La cadena de ventas provocó cada vez más el tener que crear un packaging cada vez mas cautivador para que no se dudase de él, aunque otra vez se ha confirmado que a más alto nivel de la institución más se actúa con los sentimientos y no con el conocimiento como si de vulgares políticos se tratase cuando le ciega el conseguir cotos en su caladero que solucionar la realidad de sus responsabilidades.

Hoy tenemos a todos los causantes e esta desgracia económica, profesores de economía incluidos que hasta libros han vendido aureando a sus aconsejados como casos de éxito replicables.

La lección de márketing y venta ha sido magistral, no es lo mismo un paquete compuesto por producto de miles de deudores de alto riesgo y señalando esta condición que el “etiquetar un paquete de deuda” bajo la solvencia de una entidad financiera prestigiosa. Las entidades bancarias han vendido su marca y su reputación como envolvente de los productos que escondían. Este hecho lo han replicado todas con todas, el mal se está tratando como una epidemia asumida y todos perdonan a todos, un hecho es evidente, ya que nadie acusa a nadie y todos permanecen en sus puestos de trabajo y sin además perderse los bonus y sin tan siquiera pignorarlos a resultados. ¿Es que nadie engañó a nadie?… las situación es evidente, todos callan y esperan protegidos por sus políticos de turno que siguen defendiendo a estos ante la sangría imparable para las personas de a pie de esta y los siguientes generaciones.

¿Hay solución? Solo hay una solución, para que vuelva a inflarse el mercado con el dinero que necesita y que siga el ciclo de “trabajo, gano dinero, compro y me lo gasto, y vuelvo a trabajar para ganar más dinero”. Es un juego sin cabeza ni pies, pero es el mismo engaño que pretender que lo material de la felicidad a las personas, ayuda pero no es suficiente.

¡El dinero está!, y se sabe donde está y quién lo tiene, nadie lo ha que quemado o destruido, está ahí, en sus cuentas en paraísos fiscales, en la misma cantidad que ahora hace falta para activar el mercado.

Los gobiernos y sus EJECUTIVOS de todos los países afectados deben de exigir que ello se cumpla y no entrar en el juego de seguir pidiendo prestado “ese dinero para el mercado”, avalando con el endeudamiento de las gentes de "a pie" y para las futuras generaciones. La miopía política es ahora la “epidemia subprime”, no tiene el Ejecutivo, valor para exigir a las instituciones financieras de sus fondos en los países fiscales devuelvan el dinero robado con artimañas marketinianas; salvo que las instituciones hayan decidido de forma paciente y estudiada ejercer presión fáctica a los ilusos políticos hasta desplumar  año tras  año durante el próximo quinquenio, los “últimos ahorros que los países administran”: los fondos de pensiones y las reservas de la seguridad social.

Hasta el año 2015 la agonía puede ser esta y a un 2020  en que las grandes corporaciones pueden haber habrán sometido el mundo. Solo los políticos aplicando todas sus leyes disponibles o diseñando las adecuadas puedan salvar a la sociedad civil y retornar a una sociedad con un justo bienestar común.