X_escultor Miro a mi entorno y me duele lo que veo. Visualizo el futuro y solo se justifica que tarde en llegar. La ilusión de la gente con la que convivo profesionalmente se está ensuciando, por situación de crisis que los va a joder a diestro y siniestro. No hay joven con el que hable, que quiera ver más allá de la próxima semana. Y, si miras a muchos de esos que están gobernando nuestros destinos, les importa un pedo lo que sea y suceda con la generación que heredará nuestro país. Y como prueba del nueve, está la actitud de esos políticos, que se evidencian como unos "demócratas" derrochadores.

Algunos muchos, ejemplarizadores de codicia y desvergüenza, (pero con coche oficial y presupuestos del Estado), sin respeto ni temor alguno como la frescura de algunos de informar de "forma legal al pupulacho, de sus "paupérrimos patrimonios personales", rozando en algunos casos a ni tener que hacer por el importe la declaración de renta.

Ya ves Toni, no entiendo casi cada de lo que pasa, pero tienes que seguir ahí, y me acuerdo de ti y de la serenidad con que te enfrentas a la realidad.Ayer en un programa del periodista Mikimoto, sobre la vida en Grecia, y que venia a decir justo  en el lugar donde en el  donde juzgaron a Sócrates, “la sociedad y la democracia sigue igual de injusta porque la corrompen los hombres” y eso que en aquella época cada ciudadano votaba por si mismo en la ágora sin representantes políticos, como ahora ocurre. (Murió a los 70 años de edad, en el año 399 a. C. aceptando serenamente una condena e ingiriendo cicuta, como método elegido de entre los que un tribunal, que le juzgó, le ofrecía para morir por no reconocer a los dioses atenienses y por, según ellos, por corromper (Sócrates) a la juventud). Hoy quienes corrompen salen en televisión como tertulianos y ejemplos de que lo impensable, sí es posible en España.

Según Sócrates, todo dependía del retorno y respeto a la naturaleza (… el conocimiento y el autodominio habrían de permitir restaurar la relación entre el ser humano y la naturaleza). “Conocimiento y autodominio”. Lo uno lo ponen complicado ya que no se premia el saber y lo segundo es casi imposible, en esta época,  ante la injurias a la dignidad de quienes solo quieren trabajan para sostener una familia y que progrese la sociedad de los comunes.

Hay dos personajes, interesantes de querer entender sus mensajes experimentados en ellos mismos. Bert Hellinger, ex misionero, postulante de las terapias familiares, en que   prescribe que para solucionar problemas (nudos) uno tiene que busca en su interior los valores de su madre, que se reencuentre con ella y es una conexión con la vida y de hacerlo con el padre es la conducción a la vida social. Que el respeto es fundamental de hijos a padre “Jamás vi un niño zulú irrespetuoso con sus padres, con sus mayores, sus antepasados… ¡Sería inconcebible para un zulú hablar mal de sus padres! (*). En nuestra sociedad occidental, es todo lo contrario, estamos abriendo una gran fisura en la educación por donde se escapa la mala educación ha tomado las calles incubada en las propias familias, escuelas, universidades, empresas como un “el botellón al poder” y “el follar ante todo, y lo antes posible”. Y, la mayoría permanecemos como espectadores de esta anemia perniciosa… ¿ o no es así? y ¡cuanto saben los zulús!

El segundo el financiero Mario Conde, que reconoce que el poder subyace la vanidad, y que “El sufrimiento forja y creo que nadie que no haya sufrido debería ejercer poder”. Que aún hoy, se vence ante el valor de su Lourdes con la que aprendió  a vivir, muriendo ella, como dice “Su muerte aniquiló mis ganas de vivir, estaba cansado. Pero hay unas palabras de Lourdes que me repito: "Mario, he sido muy feliz. Lo mismo que me ha tocado vivir una vida completa, ahora me toca esto" (*) . Si otra muerte tiene un sentido. 

Conocimiento, autodominio, madre, sufrimiento… Y, todo eso para vivir en una democracia que aplasta. ¡Ah! , Todo se repite como dice Mikimoto…

Que jueces aquellos, que jueces hoy.

(*) Publicado en la Vanguardia.