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El “empresario común”: la víctima de las élites dominantes en tiempos de crisis

Publicado por Miguel Carrión el 23 Noviembre 2009 21:32 en Innovación, Artículos de opinión | 1 comentario

 X_Puerta Cerrada La nueva economía, está latente en el estado subyacente de todo lo que ocurre a nuestro alrededor como: Comprar y vender. Ganar o arruinarse. Financiación o dejar de fabricar. Clientes o trabajar sin margen… El “empresario común”, es el que esta viviendo el desdén de actual capitalismo concesional (1) que consumen los pocos recursos que generan los empresarios que aún cada día, logran el milagro de que sus negocios funcionen. Muy lejos los tiempos del capitalismo concertado, que el los años sesenta y setenta por lo menos tenía establecidas unas normas de conducta a las que acogerse. Ahora no es así, nadie hace nada por nadie, con la excusa de la crisis. Todos ponen sus límites de: hasta aquí puedo llegar. Si quieres lo coges o lo dejas.

- Se ajusta al proceso de toma de decisiones que hoy justifica sus efectos la neuroeconomía, como el llegar a límite inflexible, en una desesperada partida de póquer, en que cada partida se basa en un nuevo farol. Es como un: “con los datos que dispongo, y en el menor tiempo posible, opto por la mejor de las peores decisiones que tengo a mi alcance”, hace solo unos meses y en el libro Pilotos de Márgen, añadía, el que el resultado afectase a la personas de forma amigable. La parte de la psicología que positiviza mediante la emisión de emociones, toda acción con efectos perjudiciales para los individuos. Hoy no es así para el “empresario común”.

- El “empresario común” es el que debe trabajar más que nunca para las élites de siempre: Financieras, Construcción y Turismo. Que esperan sea este, con su imaginación y medios, reactiven el mercado. El “empresario común”, debe reinventase para tener recursos y volver a comprar y gastar nuevamente en piezas de negocio de dichas élites. Pero además, que no despida a más personal, que asuma el crear puestos de trabajo, innovar sobre todo, e invertir en las personas de su empresa para generar el preciado talento. Por supuesto, que no proteste por falta de ayudas para educarse y que este contento con las infraestructuras para disponer del mejor transporte competitivo. Pero sobre todo, que dote su empresa de Tecnologías de información y Comunicación. Y, empleé su tiempo e los trámites y gestiones para solicitar ayudas que la administración pública dice disponer, y poder ser, de los que en última instancia forman el cuarenta por ciento a los que no les llega el dinero. “Es una competición” y ¡No hay para todos! Como si de unas oposiciones se tratase.

- El “empresario común”, es victima del capitalismo manirroto de las élites. De los que ahora les dicen que se es culpa de los empresarios (pyme), que se durmió durante el tiempo de bonanza, sin aprovecharlo para educarse y ni visionar el futuro globalizado. Los gestores públicos no obstante indican que el “empresario común” como oso invernando ahora despertará lanzando símiles como: “Si la demanda no exige, la oferta no se ve obligada a actuar” o “la presión actual de la vida, los obligará a actuar”. Para más preocupación, la élite universitaria ayuda, encerrada en su investigación focalizada a la sabiduría de su ente y muy poco en ayudar a la empresa, (la Universidad destina sus recursos un 80% a “investigar” y solo el 20% a registrar patentes… ¿no debería ser: 20 vs. 80?).

- No obstante es determinante que el futuro del país está en que el gobierno invierta en la educación del “empresario común”, como la mejor de la política activa de formación para ayudar desde el interior de las personas a exigir a los medios públicos que ayuden al empresario para que afloren los emprendedores, que son la única cantera donde hay personas capaces de sacar el país de la crisis generando riqueza.

- El “empresario común” es el espécimen que zarandean para que reaccione y genere tributaciones para que el aparato público no se tambaleé. Por cierto, ya se rumorea que las ayudas a las empresas, se reducirán un previsto veinticinco por ciento en el 2010. El "empresario común" supone y espera que también se reducirá, en similar proporción las estructuras públicas creadas para este fin y poder destinarlo su importa a no tener que mermar las ayudas a las empresas, que es el factor determinante para crear puestos de trabajo en nuestro país.

(1) Término del profesor Antón Costas- Conferencia: La qualitat de l´ocuopació: repte capital del nou clicle económic. 18 Nov´9 BCN.


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