Quisiera contar a mis amigos de Girona, que su regreso a la “edad media”en estos días de su tejido empresarial y hogares por la falta de energía eléctrica, no les debe de sorprender. ¡Estaba cantado! Es la consecuencia natural del entramado del uso de sus votos en el Parlament que durante años han comsentido la inexistencia de la “no red” por parte de de la suministradora Fecsa-Endesa, entre otros, o lo que es lo mismo, de sus patronos de la italiana Enel, que son quienes gobiernan la española desde que le compro la participación a Acciona… Todo un tejemaneje, con la consecuencia final en que las "bombillas dejaron de dar luz"…

¿Cómo lo explicaría yo?… Para que el empresario de Girona,reaccione y  sepa visionar los problemas que se les viene encima. Que se decida por exigir soluciones definitivas a medio y largo plazo, porque creo, que lo tiene muy mal. El territorio de Girona da la sensación, para el ciudadano de apie, que solo existe para que circule la A7, atraviese el AVE o la disfruten los propietarios de sus bosque (del 80% de los mismos). Girona, es mucho más, es una gran  industrial turística que debe de cuidase y potenciase, y que el la economía de la crisis, es la fuente principal para la creación de trabajo y con ello generar empleo.  

- La energía eléctrica (que es más que “luz”) es determinante para el crecimiento económico de un territorio. Girona es un ejemplo de promesas incumplidas, en infraestructura (la inacabada N2) y  servicios que pocas poblaciones están satisfechos con los mismos. Tres situaciones que desde hace décadas en los periodos punta de visitantes, hacen de Girona el “cuento de nunca acabar”…por qué? Los alcaldes han demostrado que hasta ahora han trabajado como comparsa individual cada uno ante el poder (de sus jefes) y su ineficacia en saber saber activar con presión al Ejecutivo, con los 17 escaños que representan a Girona en el Parlament. Pedir explicaciones y exigir resultados a los diputados compuestos por la <familia Nadal y el resto> como bien ajusta al orden, el periodista Jordi Barbeta en su artículo “Girona que no se queje…”, que vaticina aún menos representatividad en el futuro.

- Los patrones de los bosques ahora tienen un problema en el como mantenerlos. Los empresarios en como se superar su productividad dependiendo de generadores eléctricos cuando vuelva a caer las líneas. Los comercios que ya solo les faltaba la aureola de estar ubicados en poblaciones sin servicios. Y, los ciudadanos que se dan cuenta que sus votos políticos han servido para casi nada en la modernización de su territorio. Ya que son los italianos quines mandan en el destino eléctrico, y los políticos que no llegan a desencallar el cómo, ni el cuando una red de redes basada en la cacareada línea de muy alta tensión (MAT) que es como el cuento del lobo.

- Ayudas? Sí, una entidad bancaria, por cierto no catalana (BBVA), que parece está dispuesta a adelantar por unos meses, el importe de las reclamaciones que los afectados deben de reclamara a la compañía Fecsa-Endesa.

- Solo un cambio radical en la gobernanza del territorio, en poder tener una representatividad real en la toma de decisiones de futuro que afecten al mismo, puede hacer posible que Girona tenga futuro competitivo en el siglo XXI.

- Los empresarios son la fuerza que debe de activar a los políticos. Ya que no lo harán los propietarios de los bosques, ni desde la Cámara de Comercio de Girona, clamando desde allí cambios en las especificaciones técnicas de cómo debe de ser un tendido eléctrico. El cambio debe de producirse en la sociedad política, que empiecen a ser consecuentes consigo mismos y exigir al Parlament y a la Generalitat trabajar para Girona, que ahora lo necesita más que nunca.