Hoy en las tertulias de los seudos comentaristas políticos y económicos, que como siempre van a tiro pasado interpretando la historia del momento, decían como aquél que se come un cacahuete: “… ya podemos dar por perdida toda una generación, en España” en una actitud de “robespieres”, populacho en el circo romano o charlatanes con mentalidad solitaria. Me avergüenzo de esta gente que dictamina con esta sangre fría y se dirigen a “nuestros jóvenes” como a cobayas en el fracasado laboratorio de la economía de mercado.  Más de cinco millones que individuos, sin futuro para un empleo, es como para salir a la calle y no solo a pasear en manifestaciones de intenciones. Ahora ya se trata y es hora de empezar a catalogar y concretar quienes tienen una verdadera voluntad de gestar “el cambio socio económico” y están dispuesto a ello.

En este país en que el número de funcionarios supera a los de emprendedores, solo tiene explicación que aún estemos en la caída cualquiera de los rankings relacionados con el progreso, a que el grave “error fundamental de la atribución”, está expandido en todas direcciones de la sociedad política. No se percibe que los que ostentan poder para cambiar las cosas hayan tenido éxito en sus cometidos, presentan malos resultados y aquí no pasa nada. Por qué los que supervisan son otros afectados de no saber distinguir el “cargo de la persona”. Se creen que por haber pillado un cargo ya optan por la situación perniciosa de creerse omnipotentes ante los ciudadanos. En contrapartida hay que “cambiar la manera de pensar” pasar del interés individual al colectivo y ¡estoy contento! Porqué empiezo a conocer a decenas de personas que están por esta labor y, algunas de ellas en la cúpula de la formación masiva universitaria y profesional. Destaco por razón de ser: Universidad Nacional de Educación a Distancia y Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo ; (quién lo dude que se informe o me lo pregunte; sus proyectos para implantaciones innovadoras son prometedores); y con la posibilidad de llegar a cientos de miles de personas… ¡Educación para cambiar el País! Para transformar “pensamiento colectivo” la cognición social a los individuos de todos los status de la sociedad española que necesitan buscarse la vida y más los jóvenes.

Para cambiar la sociedad hay que sumergirse en ella, percibir lo que los demás piensan de nosotros detectar la carencia de competencias sociales que nos afecta y predisponerse a formarse en las mismas, sean de valor, comportamiento o simplemente profesionales (ahí, la vital importancia de los centros de formación mencionados). Gestionar por la cultura que permite orientar el nuevo futuro y eliminar la perjudicial “neocultura” tal como perfila Blas Lara: “La nueva cultura está instrumentalizada por la política”. Superar la crisis de lo valores, que es la que menos se ve y la más arraigada en el pensamiento social de muchas de las personas que en su poder estar el articular el cambio: Políticos; Docentes; Empresarios; Sindicatos y hasta los solitarios desempleados y los candidatos a serlo.

Es el momento de aplicar la psicología educativa de “Ensayo y error” empezando por todos los padres y siguiendo con los educadores para los comportamientos, con síntomas del "error de atribución", consintiendo lo anormal como permisible y siempre echando la culpa a lo externo a ellos. Retomar la perspectiva que hemos perdido. Todos debemos de hacer que se sientan culpables quienes no van en la dirección del progreso social y económico. La democracia es el medio para poner las condiciones basadas en los “Deberes y Límites” y también para evidenciar a quienes los sobrepasan dando prioridad a su beneficio personal vs el colectivo. Ha llegado la hora de que quienes ostentan el poder hagan méritos para “ganarse el pesebre” por entrar en el argot de los políticos de oficio.