X_P1030004 — ¡Padre!, cómo es posible que en dos años de negociaciones no se haya podido cambiar la nefasta economía de empleo de este país—. ¿Es qué? vosotros y vuestros jefes no tenéis un objetivo claro, ni definido. ¿Cómo es que durante dos años? no habéis podido mover la bisagra de la patronal y el gobierno, para que asuman sus responsabilidades en la economía del trabajo. ¿No será qué el modelo neoliberal? a vosotros también os han sacado del mercado.  — ¡Padre!—. La mayoría de nosotros hemos obedecido al sistema, estudiado y creído en lo que era nuestro trabajo: Estudiar. Y, con ello se abriría la puerta de la sociedad del empleo y con nuestra oportunidad en España, igual que vosotros en su día la tuvisteis.

Es cierto también, que muchos de nosotros los jóvenes hemos errado en el trabajo de formarnos, y ahora cuando nos hemos hechos mayores no entendemos cómo la sociedad de educadores e idealistas sociales, como vosotros los sindicalistas, no nos enmendasteis a tiempo forzando nuestra recuperación. ¡Vaya¡ recuperándonos con el poder educativo de la formación profesional. Ese si era el mejor momento para una huelga que mejorase la educación en nuestro país. O, ¿Es qué ya sabíais? qué no valía la pena, por que las alumbradas mentes que deciden los destinos del país, ya sabían que somos una generación perdida. — ¡No me lo puedo creer, Padre!— Que tantos ideólogos para la reafirmación de los derechos del trabajador, no se hayan dado cuenta, aún , que han perdido el horizonte de lo fundamental: La demanda de trabajadores. ¡Vaya palo!  Para nosotros los jóvenes que hemos seguido vuestra estela laboral y no habrá ni trabajo, ni sociedad del bienestar y por supuesto nunca una jubilación. ¿Tememos que expatriarnos los que estemos preparados?… A dónde ir, si no habéis enseñado ni inglés.

Cuándo los padres y muchos abuelos, ya no podrán mantenernos, qué demos hacer. Cada día la capacitación es peor, hay dinero para que los bancos no quiebren pero no para reformar el maltrecho sistema educativo que ha fracasado por tener caducos los contenidos factuales, con sistemas mal desarrollados para dotarnos de competencias procedimentales y no han sido incapaces de ayudarnos por la inexistencia de contenidos formativos actitudinales a pensar por nosotros mismos. Y, menos a ver lo que los países emergentes pueden hacer con nosotros. No nos han dotarnos de las habilidades profesionales y mucho menos de los valores que como personas, vuestra generación tenía la sagrada obligación de: EDUCARNOS.

Maestros, profesores y sociedad sindical, nosotros cientos de miles de jóvenes nunca disfrutaremos se lo que vosotros si habéis: Un puesto de trabajo seguro e inviolable.  — ¡Padre! ¿En tú época de joven las cosas eran así? — El individualismo y el establishment de las castas con privilegios, estaban tan apartadas de la realidad del día a día como ahora. ¿Quién de preocupó en su día? De que tú puedas aún, hoy, tener un puesto de trabajo, que hasta te permite ir a una huelga general. ¡Padre!… céntrate, reflexiona sobre la permisibilidad que hasta ahora habéis viviendo en un falso Estado del Bienestar hoy intangible. Haz un paso atrás, refresca tus principios sindicales, fórmate y así podrás tú aconsejarme de que debo hacer, para no volverme loco por “no tener un trabajo” en el mundo de la economía global, donde solo valen los más capacitados.

La huelga de hoy, justificada o no, en todo caso llega tarde. La economía de España y su mercado laboral están en manos de políticas económicas extranjeras, No es cierto que el ministro Corbacho haya fracasado en su labor de crear puestos de trabajo, es que son otros los que deciden por él y ponen de rodillas la economía española y, ya veremos si no acabamos todos panza abajo.  La fuerza sindical tiene ahora solo el poder de un astado afeitado, embisten pero no cornean y el Ejecutivo lo sabe. Es hora que una nueva educación y visión de futuro y se los afile de nuevo.  Los trabajadores que aún trabajan, son la única fuerza para el cambio social en España. Los jóvenes desemplados están más solos que la una, por ni tener no tienen ni sindicato. ¿Creo yo?