X_olivas BBLa nueva administración pública está en manos de las personas que la gestionan. Para impulsar la economía del país hay que rediseñar muchos procesos en sus servicios que hace tiempo ya no están en su “tempo”. La innovación es la herramienta, las personas el medio. Todo lo que se relaciona con la economía y la educación necesita de creatividad para reinventarse. Es un trabajo colectivo que debe de nacer de la capacitación que permita la modernizar la gestión en múltiples puestos de responsabilidad y descender hasta la operatividad, con el criterio de basarse en lo útil y no en el derroche. Este es el nuevo pensamiento que tiene que ocupar la mente de las personas, en la actividad de los puestos clave en las organizaciones públicas y como en  las privadas también, para lograr en este caso la competitividad que el país requiere de forma urgente y poder ocupar una posición honrosa en el nuevo orden económico del mundo globalizado. [Personas 80%] vs. [Tecnología 20%] Esta podría ser la proporción de valores en la salida de la carrera para lograr la eficiencia para una de las necesarias misiones innovadoras. Lograda la educación de las personas y la creación del equipo, se producirá la alternancia del binomio. Y, así para cada uno de los objetivos sucesivos.

Educación y economía; Inseparables como los es también,  la innovación y las personas. Ambos ahí están, todos los conocemos y predicamos pero nada fácil de sincronizar. Ambos requieren mucho tiempo, pero que mucho, tiempo para anclarlos en la gestión del cambio y poder  transformar el día a día en eficaz y productivo. En el caso de la Administración Pública el criterio de que el “cliente” es el ciudadano debe trasladarse primero a que antes está dentro de la propia administración. Esta debe de trabajar para si misma y en el caso se las empresas privadas debe de ocurrir un criterio similar en sus estructuras gestoras. Primero arreglar la casa por dentro y luego ponerla a disposición de los usuarios, ciudadanos y consumidores en cada caso. Los primero perfeccionar la gobernanza y la competitividad en el mercado en el segundo.

La creatividad es imprescindible en las organizaciones, la desidia es el enemigo y lleva al caos. Liderar ideas creativas y saber cómo esparcirlas es determinante para crear un ambiente propenso al cambio. Lo mismo que comprender que hay que innovar, no es lo mismo que cultivar la innovación. Es como el saber y el hacer. En la innovación creativa, cuando alguien siguiere una idea, casi siempre hay un rechazo del entorno, sobre todo si esta tiene repercusión en otro ámbito o afecta también a los demás. Si la idea innovadora es nueva y útil, será el mejor comienzo  para ganar la confianza inicial en el entorno profesional . Priorizando lo útil antes que lo creativo. Mejor crear un equipo que proponga, que un individuo solo que lidere. Los objetivos deben de ser muy claros y fáciles de testar una vez logrados. Una persona no podrán desarrollar una conducta innovadora si está insegura o con incertidumbres. Establecer objetivos comunes, para que los protagonistas en el caso de éxito sea un grupo. Quién destaca por su afán innovador en su entorno lo perciben en un principio como inconformista y raro, no se le valora la parte positiva, se aprecia la parte de que molesta por pretender cambiar lo establecido. También es cierto que si tiene éxito, la persona innovadora,  se vuelve carismática y respetada ante nuevas sugerencias. Por eso, debe de priorizarse lo útil con resultados tangibles sobre lo excesivamente original. Lo demasiado “innovador” es difícil de digerir por el mal supuesto riesgo que comporta por parte del ámbito de aplicación afectado. Muchos ven la innovación como una imposición, hasta que se benefician de ella.

Para asegurar una propuesta o actividad innovadora, la clave está en gran parte en saber diagnosticar y etiquetar los problemas. Priorizar el orden por resolver en primer lugar y saber reconocer en el ámbito de aplicación de la idea. Involucrar a otras personas también creativas-innovadoras, que además tengan habilidades para ello, este es la segunda clave para poder tener éxito. Este es el desafío.

En el pensamiento de las personas, en primer lugar debe de estar que es posible la innovación, antes de que se involucren las posibilidades tecnológicas de las herramientas TIC. Este orden es determinante  para que no se quedan ancladas estas, en el cajón de las posibilidades si realizar . Las personas como siempre, en los momentos de transformación tienen todo el protagonismo. La formación para adquirir las competencias de como hacerlo, es el primer paso para el cambio. Innovar es transformar una unidad a los requerimientos necesarios.