En tiempos de crisis muy pocos profesionales pueden tener la seguridad de permanecer en los puestos de trabajo de siempre. Los nervios están a flor de piel. Las empresas buscan desesperadamente reducir coste, inclusive a costa de reducir el talento de su organización que se etiqueta por los soberbios como costoso. Y, quién más en riesgo está son aquellos empleados que olvidaron capacitarse durante los buenos tiempos pasado. El fenómeno que  descubre a esta casta, es la actitud soberbia.

¿Qué es la soberbia?  es sinónimo de altivez, arrogancia, vanidad, etc. empleado en su faceta negativa. Es el estilo de management con el que cada día tropiezas,  al traspasar la puerta de una organización pública o privada, una empresa o cualquier negocio con problemas. La propia vanidad y la búsqueda de una forzada autoestima para satisfacción del Yo o el ego, aún estando en el error en la gestión. La soberbia ciega la visión del futuro y castiga el presente a quién la ejerce como a las personas de su entorno. Para mí, esta negativa actitud es la primera señal evidente de mediocridad. Como antónimos tenemos: humildad, modestia, sencillez, etc. y sentido común positivo.  Tres tipos de Soberbia: Innata, Defensiva y Culta.

Soberbia innata: La personas desde su temprana edad ya adquiere el comportamiento que observa como natural en su entorno. La buena educación posterior puede transformar la soberbia en una humildad forzada, pero suficiente para poder convivir con los demás sin ser repudiado por estos.

Soberbia Defensiva: Es la que surge en las personas cuando son sobrepasados por otros formados con mayores conocimientos y capacidades y habilidades, en el ejercicio profesional. Es el mal de muchos cargos electos, funcionarios de nivel y profesores decalados en el tiempo. Crear una barra que impida el progreso es el objetivo de los soberbios defensivos. Hasta ahora en España es lo más habitual. Nadie reconoce que tiene que capacitarse, innovar y sobre todo reinventarse. Estos son los enemigos de la INNOVACION ABIERTA, los que creen que poniendo esta barrera su organización los perpetuará en sus puestos de trabajo. Ni la Administración Pública muy pronto podrá mantener estos especímenes es sus estructuras funcionales. Son los protagonistas del retroceso del país.

Soberbia culta: Quién solo sabe los que sabe, y no se pone a descubrir lo que tendría que saber, para el buen ejercicio de su profesión, son los más peligrosos. Hablan de oídas o mimetizan a los grandes jefes y que aún son más inútiles en reconocer sus errores que ellos “las sociedad de los inútiles”, en la que se sustenta España. Y, solo hay que mirar por el retrovisor pare detentarlos. Yo, que aún tengo fe en la recuperación en las organizaciones del futuro no los concibo.

Hay gente titulada que apupa altos cargos, en que este, es más grande que su inteligencia y en la mayoría de los casos han llegado al mismo, sin ningún mérito tangible reconocido. Forman un segmento de gente anticuada, que nunca hubiesen triunfado en el ámbito de la competitividad privada en el siglo pasado y hoy son los destructores de la innovación en el iniciado siglo XXI. Difícil es su recuperación y ahí el ejemplo acomodaticio de miles de profesores universitarios que están escondidos tras su neointelectualismo y de otros tanto de cargos públicos que están bajo sus mesas cuando hay que trabajar bien: NO SABEN HACERLO, nunca lo necesitaron.

INNOVACION PREMIER es la que se crea y desarrolla alineando las inteligencias, voluntades y capacidades de grupos de personas en un determinado ámbito focalizado a un objetivo concreto. Erradicar la soberbia es un ajuste que solo la educación podías lograr. La norma hasta ahora en el caso de los soberbios cultos es promocionarlo por su titulitis y afinidades con quienes están en el poder, aún más soberbios que ellos. No cohabitar con gente es este estilo, es lo primero que en una INNOVACION RADICAL debe de objetivase y empezar a nombrar la cosas por su nombre. Finiquitar a los soberbios es un trabajo para héroes que debemos de empezar…  ¿quién no está de acuerdo?