P1020160Complicado papel a resolver lo que se les viene encima. La rendición de cuentas de la legislatura que acabada y al tiempo “ser auténticos” en explicar y reconocer ante los ciudadanos, lo que dejan por resolver y hacerlo “honradez”, (sin filtro político), es el reto de muchos. Poner la transparencia por delante requiere un gran valor. Todo a cambiado, el ciudadano también, ha perdido el miedo para opinar contracorriente (el discurso eufórico de Podemos, demuestra que es posible). El alcalde debe de dejar de bajar la cabeza ante aquellos político de nivel superior, que han errado con gobernanzas basadas en administrar feudos y olvidadas de dar valor más valor a gente. El ciudadano deja la actitud de conformistas y buenazo; la patología política lo ha transformado en exigente y desconfiado.

Hay Alcaldes que se engañan en decir que es la “gente” quién no entiende a los políticos, que hay más buenos que malos y solo destacando estos últimos por sus desatinos. ¡Es cierto!, pero los ejemplos que hemos empezado a vivir `por las corruptelas de clanes políticos, sumando la sinvergonzonería de dirigentes de la banca; todo bajo los ojos cerrados del Gobierno central y los de las Comunidades, han creado esta atmósfera irrespirable de desconfianza y desamparo, que va a repercutir en los futuros alcaldes.

La clase media rota, va a ser el vivero de muchas personas preparadas para asumir los cargos políticos que van a quedar vacantes en la administración local. Se van a marchar quienes prefieren esta opción a la de tener que justificar el incumpliendo de de promesas o chanchullos. También aspiran a ocupar, cargos decisores en los ayuntamientos para cambiar la política, profesionales castigados por la falta de trabajo. Se visiona un relevo en el poder municipal que se va a desanclar de los de siempre que han estado acomodados como modus vivendi o buscando una impropia autoestima por aquellos de “poder mandar”. La administración local moderna requiere cargos decisores que crean en la innovación social como primer objetivo y se pongan como sacra misión cortar al caciquismo ideológico y a los especuladores privados que hasta ahora en muchas poblaciones (sobre todo las pequeñas) han participado desde bambalinas en la toma de decisiones municipales, forzando y apalancando al alcalde a estar entre la espalda y la pared obviado el intereses del pueblo versus el facticos perverso.

El inicio del siglo XXI, la crisis y las prospectivas de la UE, define el momentos en que las poblaciones debe de plantear su futuro… ¿que deben de hacer para las siguientes generaciones? Pensar en innovar para solucionar los problemas de sus habitantes; en sostenibilidad y creación de ecosistemas que permitan crear puestos de trabajo. Recordar la ortodoxia de innovar: La innovación es la aplicación de nuevas ideas para producir nuevos resultados y en el caso municipal en la aplicación de su doctrina debe de lograse que el interés social prevalezca sobre el interés partidista o singular de privados. Los alcaldes llegan a su fin de mandato y no van a contentar a sus ciudadanos confundiendo soluciones con reuniones o el justificar que se ha trabajado con el tener resultados. El alcalde debe de poner negro sobre blanco, en lo ocurrido en su legislatura y no se ha resuelto, no es baladí y requiere un gran valor el para denunciar las causas y responsables, si viene al caso.

Las poblaciones como solo unos miles de habitantes, han estado en muchos casos, sometidas a los requerimientos del establishment político y también, sometidas a intereses superiores que afectan las posibilidades de sus territorios. Muchos ediles han cedido a costa de los intereses particulares de su ayuntamiento, forzados los la ley y presiones superiores. En Catalunya, por ejemplo, está el caso del Institut Català del Sòl , estamento que tiene apalancados múltiples espacios inoperativos sea dentro o colindando con municipios. Situación que no da la posibilidad al alcalde para transformarlo en un valor innovador para su pueblo. ¿Es justo en estos casos de bienes transformables a activos sociales? ¿Se le ha solicitado al estas instituciones la necesidad de cesiones? ¿Es trabajo del un alcalde hacer este tipo de propuestas?… No si se sigue gobernado como comparsa con   la misión de “guarda bosques” de las jerarquías políticos superiores. ¿Debe un alcalde exigir que se cumpla en su término municipal, la actuación de este tipo de instituciones? Recordar la misión del ejemplo indicado <<“La gestió de l’Incasòl consisteix a: l’execució del planejament i dels projectes; la gestió de les expropiacions; els enderrocs; els reallotjaments de veïns; construcció dels nous habitatges, i en el seu cas; la urbanització de l’espai públic, i l’adjudicació dels nous habitatges. Cicle que es repeteix si l’envergadura de la intervenció fa que estigui estructurada en fases…>>

Los empresarios son otros stakeholder con los que el alcalde debe de ver como una fuente de creación de puestos de trabajo al tiempo que recaudación positiva. Negociar que reanalicen nuevas inversiones, y facilitar los trámites legalísticos para ello con el objetivo de hacer crecer la industria y comercio en el término municipal es misión determinante del equipo consistorial. Crear activos reutilizando terrenos e inmuebles y puestos de trabajo bajo la filosofía de ecosistemas innovadora. ¡Es el momento de la creación disruptiva!

Recordar que el alcalde es la máxima autoridad política de la administración municipal encargada de presidir y representar al ayuntamiento. La trasparencia inexorable va a exigir autenticidad sin ambigüedades. <<La autenticidad más que un valor es un resultado, es la concatenación de coherencias profundas que se producen en la espontaneidad, de modo natural. La autenticidad más que planificadle es el ejercicio de una trayectoria, con sus imprevistos, con sus éxitos y fracasos. Charles Handy dixit >>

En los próximos planteamientos electorales, el ciudadano va a exigir un gobierno en la transparencia y conocer que acciones no justificadas le han costado dinero público a la comunidad. Todas las que no han estado correctamente objetivadas, planificadas o administradas. El alcalde del 2015, va a tener que explicar sin vacuidades los incumplimientos de la pasada legislatura y no decir tonterías pretendiendo hipnotizar a sus ciudadanos justificado errores por falta de formación competencial de él, su equipo. Es el momento de tener valor en explicar al ciudadano los problemas no resueltos y el porque´. Los alcaldes no deben de llorisquear creando una comunicación maquillada para justificar errores en sus actuaciones. Respecto al poder y responsabilidad de quién gobierna, Antonio Gramsci lo matizaba con la siguiente puntualización para los indiferentes ante errores: <<El ciudadano debe de ser inexorable y no compartir lágrimas con ellos sin son indiferentes o se presentan como eternos inocentes>>.

La inteligencia expresa pesimismos en estos momentos para la gestión municipal, pero el alcalde del 2015 debe de tener una visión de optimismo sobre el destino de sus poblaciones. Saber plantear nuevas tareas y desarrollos innovadores, incluso sobre todo en aquellas cosas que no existan condiciones objetivadas para su solución, condiciones que deben de superarse con educación y no impuestas, apretando los dientes políticamente y humanamente. Ver las posibilidades del futuro desde la realidad más cercana. Es decir: Trabajar con el optimismo de la voluntad.

Si quieres ganar a favor de tus ciudadanos se autentico, no digas tonterías en tu comunicación ni seas indiferente a las necesidades de todos tus ciudadanos. Un alcalde auténtico, es decir: coherente, no tonto ni indiferente. El alcalde tiene una evaluación pendiente, va a tener que explicar las posibilidades pérdidas en su mandato y convencer a un ciudadano que ha perdido el miedo al poder de quien gobierna, exigiendo que a partir de ahora se gobierne con focalizando al progreso social.

Fuentes[1]


[1] Fuentes: Esteban Valenti; Xavier Marcet; Antonio Gram; Fransesc Santacana