Los ayuntamientos deben de saber que “la innovación es prepararse para lo que viene”. Muy pocos cargos públicos tiene aprendido el concepto de innovación y mucho menos el cómo gestionarlo… y ahí una prueba: ¿Quién en la administración local tiene la capacidad de aprender, señalar y anticipar sobre cosas y situaciones que van a afectar la gobernanza local?… ¿con qué tipos de innovación se resuelven los problemas?…¿qué es innovación incremental, radical o disruptiva?… ¿entienden la importancia de un liderazgo que pueda transmitir una gran lógica de servicio? Qué Alcalde o Regidor sabe que aprendiendo el management  de la  innovación se logra entre otras cosas:

• Incrementar el valor público
• Generar servicios de mayor funcionalidad
• Poder rediseñar procesos más eficientes
• Enriquecer canales de relaciones
• Crear nuevas formas de generar valor

Todo son cosas que los ciudadanos aún no saben que pueden disfrutar, y por eso aún no la reclaman. La transformación económica en el mundo, obliga a entrar en un cambio cultural resolviendo problemas reales y evitar contingentes negativos predecibles que vienen de la mano de las discontinuidades. Si no se INNOVA la gestión local no progresa. Eso el ciudadano lo empieza a percibir ya en muchas poblaciones y en las pequeñas con más intensidad. El alcalde y su equipo de gobierno deben de aprender qué es innovación y sus procedimientos y después tomar la decisión de si deben de crea este necesario servicio de innovación en su ayuntamiento o siguen de espaldas al progreso con la previsión de un mal futuro. 

Los alcaldes deben de moverse en un espacio de cercanía con los ciudadanos, es una cuestión sabida y cacareada hasta la saciedad. Pero hoy, antes de llegar a saber que quiere la gente de su población, debe de focalizar su gestión en los medios internos de que dispone para poder cumplir la demanda ciudadana, es decir, en  el personal que forma el organigrama de su ayuntamiento. La mayoría de los alcaldes no tienen resuelta la “Cultura de Observar” a sus equipos de trabajo. Muchos cometen el error de solo PREGUNTAR (“innovación incremental”) a su personal, sobre sus ideas, intenciones o nivel colaborativo con el que piensan participar en la actividad municipal.

En base a ello el alcalde decide que misión o utilidad puede asumir cada uno. En el mundo de la “Innovación Radical” en vez de preguntar hay que OBSERVAR y valorar en qué y cómo cada sujeto debe de actuar en su ayuntamiento. (No se puede preguntar opiniones sobre lo que no existe). También, es error habitual hablar con el personal sin antes tener diseñado un innovador plan estratégico (Saber a dónde vamos y tener objetivos).

Vivir la cultura de la innovación es descubrir que ortodoxias o inercias en el desempeño de las funciones se han ido imponiendo en la organización municipal hoy insostenibles por las penurias presupuestaria, hábitos y concesiones  que“pesan como plomos” en las decisiones reguladoras para ajustarse a la nueva economía en que hay que hacer más con menos medios. Con la cultura innovadora descubriremos lo que “sabemos hacer bien” y en qué cosas hemos tenemos éxito y su porqué, determinante conocer este valor para poder aplicarlos en aquello que no funciona. Tendremos la sorpresa que si la gente piensa en innovación, acaban generando “nuevos espacios” que lideran ellos mismos. Se crean conexiones inesperadas (lateralidad) en gente que no había tenido la oportunidad de ser protagonista de cosas. Innovar es adelantase al futuro, es provocar que emerjan actuaciones positivas que comportan TALENTO (conocimiento, compromiso y planes de acción) entre la comunidad funcional en la cada vez más compleja gestión local. Nadie dice que no a la innovación, sin embargo las administraciones no son aún organizaciones innovadoras. Los alcaldes dicen que “sí”, que innovan, pero muy pocos saben lo que es y, muchos menos cómo llevarla a buen término.

Un ejemplo a seguir es el del INAP donde aprecian este necesario “saber hacer innovador” impartiendo para funcionarios públicos el Curso Superior de Gestión de la Innovación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en la Administración Pública ; por cierto ya en su tercera promoción donde se aprenden competencias fundamentales para la gestión de la innovación como: La Estrategia «Generación de valor»; Sistemas de información; Generación de valor público; Tipos y ciclos de innovación; Administración electrónica; Comunicación de proyectos en las Administraciones públicas y Management de proyectos innovadores.

Parte 2 de 7: Los alcaldes artífices para las políticas de empleo…

Parte 1 de 7: Los ayuntamientos con miedo a innovar…