Abril, 2014: Artículos

Administraciones Públicas, Innovación

Cultura Innovadora se forma con gente con credibilidad profesional y voluntad de aprender nuevas competencias; crear células de innovación es el medio

La voluntadEl culto al individuo es siempre, en mi opinión, injustificado… para un gran sector de la especie humana el conocimiento y la justicia están por encima de la riqueza y el poder. Y, también… para que una sociedad pueda lograr sus objetivos es necesario que haya alguien que piense y dirija y asuma, en términos generales, la responsabilidad (Einstein dixit) —Venía yo pensando —con los ojos cerrados— en el AVE, aún con dos horas por delante para llegar a la Barcelona. Descifrando el mensaje de varias reuniones con distintos cargos decisores de la Administración pública confirmando el interés y diría yo más, la intención de empezar a implantar Cultura de la Innovación en sus ámbitos de trabajo.

Ahí el pensamiento del genio en que asumir responsabilidad sobre algo es un paso determinante. Están animados y motivados para emprender la Primera Cruzada de la Innovación en España. Van a integrar a todos los empleados públicos que tengan de talento y voluntad para adquirir las destrezas necesarias que les permitan ganar una tras otra las batallas para lograr el cambio en la gobernanza para atender a los ciudadanos que cada vez son más exigentes y participativos y ello lleva a un mar de complejidades a resolver que obligan a crear una cultura y diseños organizativos es decir crear una hoja de ruta para la Cultura de la Innovación es decir una organización viva que genere relaciones, no como hasta ahora que ha funcionado con tareas, funciones y jerarquías. Una Administración pública innovadora se basa en crear vínculos dentro y fuera de ella. Permitir el paso de las ideas (de las buenas ideas) entre servicios y agencias públicas y dentro de ellas mismas.

¡Hola Miguel! — Oigo, al tiempo de un apretón en el hombro—. Ostras, en quién menos pensaba era en ti. ¿Joan, cómo te va?… mira, aquí no hay nadie, por qué no te sientas. —Le sugiero a mi colega— Todo un especialista formado en importante multinacional Japonesa—. Pues vengo muy animado y al tiempo preocupado —le digo—. La Administración pública se mueve, quieren hacer mejor las cosas, se han tomado más en serio que nunca la atención al ciudadano y creo entre ver que también que empiezan sobre todo los cargos directivos, que hay que “aportar valor” a la Gestión Pública o esto no habrá quién lo pare cuando el distanciamiento entre la seguridad de los puestos de trabajo de los funcionarios se distancie aún más de los empleados del mundo empresarial y servicios. Hay ya nadie cree tener futuro profesional a medio plazo

— le explico a mi colega—. Ni yo Miguel —Me responde Joan—, cogiéndome del brazo mi amigo me dice que mientras haya derroche empezando por no aprovechar el talento de la Administración pública es imposible el cambio a mejor. Por cierto, Joan es un experto en saber generar: hacer más con menos. Sí, conoce todo el proceso para reducir “grasa” al menor estilo Kaizen en implantaciones Lean manufacturing[1].

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Tendencias, Innovación

Innovar sin tener consolidadas destrezas softskills , es imposible; el éxito depende de estas competencias transversales y sociales

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Comprender lo que nos rodea (estar de acuerdo o no es otra cuestión) por parte de un grupo innovador es una necesidad, esta información es determinante para poder desplazar o neutralizar posiciones que pueden poner en riesgo un proyecto de innovación. Quién no quiere saber ni oír hablar de innovación son el muro

La voluntad para innovar no basta, hay que temer y, ello se aprende, las destrezas transversales que permitan realizar los proyectos de innovación para que acaben siendo útiles. La cultura de la innovación en España está por descubrir en muchas organizaciones y sobre todo en la Administración pública. Haber logrado un proyecto exitoso, normalmente por una iniciativa personal, no debe de confundirse con la Cultura de la Innovación. Una flor no hace verano, ni dos primavera. Una organización innovadora deben de tener un alto nivel de empleados que conozcan la ortodoxia de la innovación y asuman la doctrina de aplicarla. Hasta para encontrar u empleo es muy importante tener asumidas las competencias softskills y saber comunicar que se tienen asumidas como atributos clave.

Un equipo innovador, con su líder su experto comunicador, un coordinador y todos los miembros con competencias multidisciplinares aportadas por trabajadores de otras áreas, es la anatomía viva de una “célula para la innovación”. Equipos de trabajo que sí puede transformar una organización pasiva a una activa y luchadora para transformarla de forma sólida y profundamente en innovadora.

Un líder innovador, se consolida si formar parte de un grupo y comparte con generosidad sus destrezas, pasión y creatividad, creando así amigos clónicos que lo imitarán. La pasión de un líder es el denominador común junta con el afán de hacer nuevas cosas lo que lleva a la mejora continua en una organización. Un líder pone empeño, fuerza e ilusión en cada proyecto. Sabe superar con tenacidad y resistencia las dificultades. Imaginar que estas cualidades se transmiten a todos los miembros de un grupo de trabajo y otros grupos quieren también ser así para lograr autoestima y el placer del reconocimiento. Cuando este pulso aparece, es que ya hay brotes verdes de “Cultura de la Innovación” en una organización. Nada es fácil pero la tenacidad de la gente con talento son los que pueden superar los problemas de un proyecto de innovación, sobre todo si es de envergadura radical o disruptivo. Las cosas muy pocas veces salen bien a la primera. Un equipo es la clave para tomar decisiones arriesgadas y si se fracasa tener la capacidad resolutiva de analizar el porqué y enmendar el error. Ahí la importancia del responsable de comunicación del grupo, puede proteger al líder mientras reacciona afinando la definitiva solución sin tener que ser este en que de enfrente en primera persona a dar justificaciones. Un buen comunicador es fundamental en una “Célula para la Innovación”.

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Innovación, Artículos de opinión

Innovación, creatividad y el inconsciente; romper con lo establecido

Villa Casade (134)

Innovar es… creatividad, un acto de rebelión por definición. Tienes que ser directamente subversivo para infringir las normas y enfrentarte la sabiduría convencional (Snyder dixit [1]). Innovar es una acción que muchos no van a aceptar. Es estar en la vanguardia que muchos no entienden y se oponen. Si todos aceptan lo que haces estás en el campo equivocado. Hacer lo que se conoce no permite el progreso. Ser un experto puede impedir ser creativo (zona lóbulo temporal izquierdo). La creatividad es inconsciente (zona lóbulo derecho). Hay que no ver las cosas como realmente son, el proceso innovador es poner en marcha el cómo entendemos intuitivamente que debería ser.

Los cerebros humanos están frenéticos buscando respuestas a la situación actual ante la inseguridad en los puestos de trabajo. Nadie confía que perdure la situación permisiva de las instituciones para mantener profesionales que no aporten valor a la sociedad.

La mayoría de las decisiones que tomamos no las dirige ningún pensamiento consciente. Las decisiones importantes de forma automática el cerebro valora lo bueno y lo malo y el inconsciente decide la repuestas que más nos conviene. La conciencia es como un pensamiento posterior. Todo está en continua transformación, las discontinuidades hacen que el futuro deba replantarse cada día. La intuición humana para los empleados públicos, como ejemplo de donde hay una urgente necesidad de innovar, les dice que todo va a cambiar y,  para los que están más competencialmente cualificados, su intuición les hace ver que la transformación se basa en emplear la cultura de INNOVACION.

Cuando estamos solos y hablamos con nosotros mismos, la intuición nos dice que muchas cosas van a tener que cambiar ya que la situación actual de crisis ha roto en Estado de bienestar, es insostenible el gasto de la Administración y de una u otra forma esta deberá de reducirse y en ella solo tendrán cabida quienes aporten valor para el logro de “hacer más con menos”. Los empleados públicos saben que gente es útil en su entorno de trabajo y quienes deben de reciclarse para serlo. Todos intuyen que deben de adquirir nuevas competencias para poder emprender muevas misiones y responsabilidades, se crea una nueva situación, nadie será permisivo con quien no trabaje y sí cobre dinero público. Los políticos van a tener que justificarse ante la gente que los vota y van a promover y generar una gobernanza transparente, donde el primer principio será la responsabilidad en el trabajo.

Quién opte por innovar lo hace conscientemente para poder aplicar su experiencia y conocimientos. Decidirse a innovar es dar salida a su conciencia profesional y buscar en esta acción la autoestima. La gente joven que aún no han asumido cargos de responsabilidad son quienes tienen mayor potencial innovador, ya que los mismos no son portadores perjuicios ni han sufrido excesivos fracasos que les limitan la imaginación para acometer proyectos. Intuir en qué cosa de puede innovar es la primera decisión, con quién la segunda y cómo la tercera. No tan solo el innovador triunfa con la “idea”, debe de crear un equipo multidisciplinar y tener bien asumidas las competencias para llevarla a cabo.

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