cabeza de senador romano¡Una obra solo funciona, si cuando se está leyendo, incuba la sensación de que no se está perdiendo el tiempo. Sí, que de un beneficio sustancial para el lector. Que le de, a su conciencia cultural “felicidad mental”.[Esto, me lo ha contado uno de los más prestigiosos editores de este país]. Y, yo lo analizo y pienso…

¿Cómo es que todas las técnicas conocidas hasta ahora de marketing ?, se han estrellado ante la muralla de los profesionales libreros. ¿Por qué, aún no se ha inventado el concepto de marketing que pueda alterar de la conciencia la “organoléptica mental” del lector, para que le pueda guiar el criterio al terreno que pretende el objetivo de la obra; como ocurre en forman hábitos en por ejemplo: productos de gran consumo . El sistema cognitivo se protege con la permeabilidad de su memoria cultural, principios y educación y solo la atraviesa, lo que estimula y en dar “placer mental”, poder volar con la imaginación en un universo virtual que haga feliz al lector en su comunión con la obra. Si logra esta sensación que el cerebro en su actividad, la transforma en una emoción favorable para uno mismo, la fijará en forma de pensamiento dentro de la inteligencia adaptativa, donde podremos recordar y revivir nuevamente el mensaje y emocionalmente, volver otra vez la “felicidad mental”… Un buen libro es un “arma de repetición”, para dar placer intelectual, a la inteligencia humana.

Este editor en reciente entrevista informa “…el resultado puede ser un fracaso. Son más numerosos los libros que no funcionan”… , Si esto es real, donde hay que dirigir el marketing es en la operación de “compra” de los autores, para asegurar que estos cumplan el  requisito de poder apasionar al lector con sus obra, como origen del producto y a los libreros con otro marketing específico para captar los válidos y cualificados prescriptores sus clientes lectores. HEMOS CREADO UN NUEVO CANAL DE MARKETIMG EL DE AUTORES Y LIBREROS.

Para acercar la obra al potencial cliente. Una vez lanzado un libro, la batalla de cuerpo a cuerpo tiene por contendientes: el autor y el librero. , el experimentado profesional de la librería lo sabe, conoce su clientela; y nunca, recomendará una obra, en la que él crea; porque no puede correr el riesgo de asustar la próxima compra. El lector se fideliza con la librería, si esta no lo engaña. El librero se arma de caballero quijotesco para defender a su lector de obras mediocres; y que como dice en editor antes anunciado: son casi la mitad de las que se editan.

El vivero de la venta del libro una vez comprado esta en el boca a boca. El libro que ha dejado su huella en el pensamiento del lector, genera una necesidad de comentarlo a los demás, como un acto reflejo de compartir felicidad emocional vivida… ¡Uno siempre explica lo bueno que le ha ocurrido: !Oye, por cierto… he leído y me esta gustado mucho…  "¡Oye Paco!, te lo recomiendo…" o, "Marta, estoy con una obran que explica justamente lo que yo pienso así…" ¡qué toque de cultura!. La recomendación de un libro es un hecho emotivo que satisface a quién lo realizar.

Un libro es parte de una conversación en una comida. Ahí, está el nacimiento del éxito esperado por la editorial. Esta demostrado que no funciona la comunicación en medios gráficos; ni la presión en los programas radiofónicos; ni la presentación en la que se invita a amigos y colaboradores; ni la inútil presión a los medios de prensa que desbordados y agotados por las decenas de obras que se editan cada semana. Para nada, y menos presionar al librero, (que se auto-encarga, la misión de decidir que es los que le interesa leer a sus potenciales clientes), y la contraproducente presencia de los autores que visitan el punto de venta y pregunta: ¿qué tienen…?, se disfrazan y vuelven a preguntar…¿oiga qué tienen…?… ¡ya le he dicho que está agotado! y le cacarean, al ser identificado el autor o sus mensajeros como “el preguntón” que no compra.

El marketing para vender libros, es el emocional que cada uno se hace para consigo mismo, auto-dirigiéndose el contenido-mensaje de la obra, que en poco tiempo y a las pocas líneas, haya logrado cautivar y  emocionar al lector. Y, ya está… el resto es boca oído.

La inversión en marketing actual es solo útil en acelerar la precipitada la mente del potencial comprador, cuando esta ya ha decidido que lo necesita su mente y está en la ruta del al acto cognitivo de comprar un libro. Un libro es, el portador de mensajes y para la mente.