Neuropolítica, Administraciones Públicas, Artículos de opinión
Municipalismos de verdad; no publicidad engañosa para los ciudadanos
Hoy el municipalismo asiste a una encrucijada que la provocan algunos políticos en los ayuntamientos que se envuelven en este concepto de organización político social, para ilusionar a ciudadanos con el objetivo de ganar sus votos en estos momentos en que todo lo popular “gana”. Es una necesidad el innovar en la forma de explicarlo.
Las campañas pre electorales de los ayuntamientos ya están en su primer hervor. Quienes no tienen recursos intelectuales para seducir a electores, echan las redes de los recursos que suenen bien y es transversal a las capas se la clase media baja y baja-trabajadora, para pescar al mayor número de ciudadanos despistados que forman los grupos del “status socio-económico”. Un medio es la información de resultados comprometidos en la legislatura. Mucho escribir y nombrar cosas resueltas. Sabemos de la poca inclinación que existe hacia la lectura minuciosa y cuando alguien o algo es muy nombrado comienza a convertirse en incuestionable. Es una manipulación de “letra pequeña” por parte de los políticos que son incapaces para razonar abiertamente con explicaciones ante las ciudadanía de las cosas no resueltas.
Otro ardid que ha funcionado para confundir al personal es acogerse a predicar “MUNICIPALISMO”, a estos políticos no les importa demasiada la esencia moral, los mueve solo su objetivo de poder ganar las próximas elecciones. Municipalismos para ellos es la mercancía. Quienes lo ofrecen y no conocen la dimensión de este término se les puede tratar de embaucadores y si son conscientes de la magnitud del término como forma de gobernar y lo emplean en falso, se etiquetan a sí mismos de truhanes.
Muchos ciudadanos conocen el significado de “municipalismo”, no se van a dejar engañar, ellos saben que es la obligación consciente que surge de quienes tienen pasión política para trabajar focalizados a colaborar en la salud política de sus ayuntamientos; no se dejan engañar por los políticos que predican. Ante la situación social, se multiplican las experiencias de ciudadanos que sencillamente quieren «cambiar las cosas» y que para ello empiezan por lo que les resulta más cercano: Su ayuntamiento. Pero surge la barrera, en la ofensiva de personajes que se han colocado en el status de “ser ellos el ayuntamiento”. Al ayuntamiento lo han hecho del parte de su proyecto de vida como políticos de gobierno basados en una intelectualidad carente de ideología sin ideas de cambio que solo llega al espacio de su estructura clientelista.
30 Mar 2015 Miguel Carrión