La democracia también es una lucha que hay que ganar y nadie gana una pelea dejando que le peguen. ¿Estamos ya en un cambio?
Hoy los ciudadanos de España comulgan con la democracia. Sí, lo harán todos aquellos que realicen el acto de votar en las elecciones municipales. Muchos descontentos y otros a gusto dependiendo de que el actual modelo democrático les haya sido favorable o no. Si gozan de una buena salud económica para estos bien por aquellos de “ancha es Castilla”. Otros, los que están asumidos en una situación de desamparo y ya afecta a millones de ciudadanos en España, pueden estar seguros de que ignoran los derechos intrínsecos que les brinda la democracia. La educación recibida y la conducción de su comportamiento con la banal “neocultura” los mantiene hasta ahora congelados ante las injusticias amparadas en la transformación siniestra del estado de derecho. La democracia está concebida por el hombre para que con sus mecanismo sitúe al hombre en el mejor estado de bienestar posible y a todos por igual en lo básico, como el derecho a tener un trabajo que permita vivir dignamente. Si esto no ocurre algo a cambiado. ¿Es que hombre que ha evolucionado a peor? ¿O será que el estilo de democracia aplicado está fuera de tiempo? ¿Es el efecto siniestro tardío de la transición después de la dictada? ¿Tal vez, es que el hombre vuelve a ser el "Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit."[1]?
Ha llegado el tiempo, en que todas estas preguntas van a ser respondidas. A mí me ha venido bien recordar lo qué es democracia y el cómo los españoles llegamos a ella. Recordar como prólogo la esencia social de la casi olvidada Transición Española: es el periodo histórico durante el cual se lleva a cabo el proceso por el que España deja atrás el régimen dictatorial del general Francisco Franco, pasando a regirse por una Constitución que consagraba un Estado social, democrático y de Derecho. Y, que la Democracia [2] como la forma de organización de grupos de personas,…
22 May 2011 Miguel Carrión